Si eres amante de la cocina italiana, sabrás que nuestros vecinos no solo viven de pasta y pizza, y que entre sus especialidades culinarias hay auténticas exquisiteces a las que es verdaderamente difícil resistirse, como ocurre con la frittata, un plato para chuparse los dedos.
La palabra frittata viene del italiano fritto, haciendo referencia al modo de preparar esta tradicional receta, que sería un poco lo que para España y los españoles representa la tortilla de patata o para los franceses su conocida omelette.
Una tradición de origen humilde
A diferencia de la tortilla española, la frittata italiana se puede elaborar con variados ingredientes al gusto de los comensales, aunque la más conocida es la frittata di cipolle, es decir, de cebollas, una opción que se consumía especialmente durante el siglo pasado por personas trabajadoras y de estatus humilde.
Esto es porque los ingredientes de la frittata en esta receta son todos económicos y de fácil acceso incluso por los campesinos de la época.
En la frittata los ingredientes se fríen en abundante aceite de oliva, pudiendo ser vegetales, como los espárragos, la cebolla, champiñones o setas, tomates, patatas o espinacas, pero también de origen animal como la carne picada o el atún de lata, por ejemplo.
Por otro lado se mezclan los ingredientes líquidos, que son el huevo y la leche, sin duda alguna el secreto que le da la cremosidad tan especial a esta especialidad tradicional italiana.
Aunque el verdadero toque especial viene casi al final de la elaboración, cuando se añade queso rallado por encima que poco a poco conformará una delicada capa superior.
Los italianos suelen optar por el queso mozzarella, pero realmente admite cualquier tipo de queso, pero si queremos disfrutar de un sabor, textura y aroma superiores, el queso de oveja es la elección perfecta.
Como acabamos de decir, la frittata es un plato realmente sencillo y al que se puede sacar mucho partido, incluso si tenemos invitados sorpresa en casa y no sabemos qué prepararles. Para tener siempre una opción rica y lista en pocos minutos, te mostramos dos ideas de receta de frittata con las que te convertirás en un chef de 5 estrellas.
Receta de frittata italiana al horno
Aunque por lo general este plato se cocina friendo los ingredientes en una sartén con gran cantidad de aceite, una buena alternativa para quienes deciden cuidar un poco más su dieta es realizar el último paso al horno. De esta manera se reducen considerablemente la cantidad de calorías y se obtiene un plato muy saludable e igualmente rico.
Si además tenemos niños en casa y nos resulta complicado que coman verduras, añadiéndolas a la frittata seguro que se animan a probarlas.
Ingredientes de la frittata al horno
La lista completa de ingredientes que vamos a necesitar es:
- 1 calabacín
- 1 cebolla
- ½ brócoli
- 1 pimiento rojo
- 2 tomates cherry rojos, 2 verdes y 2 amarillos
- 6 cucharadas de queso de oveja rallado
- 4 huevos (separando las yemas de las claras)
- 2 cucharadas de crema de leche
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta u otras especias al gusto
Preparación
En primer lugar lavamos todas las verduras, pelando el calabacín, la cebolla y quitando las semillas al pimiento. Cortamos el brócoli en ramilletes pequeños y el calabacín, la cebolla y el pimiento en cuadraditos y reservamos.
A continuación añadimos un buen chorro de aceite de oliva a la sartén y cuando el fuego esté caliente, añadimos la cebolla para sofreír. Cuando empiece a transparentar, añadimos el resto de verduras, salpimentamos y dejamos cocinar unos 15-20 minutos a fuego lento.
Mientras se hacen las verduras, precalentamos el horno a 180 ºC y engrasamos una fuente de cristal con un poco de aceite de oliva.
Separamos las yemas de las claras, batiendo estas últimas enérgicamente hasta que alcancen el punto de nieve. Entonces incorporamos poco a poco las yemas mezclando delicadamente.
Cuando los vegetales ya estén cocinados, los retiramos del fuego y les añadimos el queso de oveja rallado, la crema de leche y los huevos batidos combinando todos los ingredientes de la frittata.
Pasamos esta mezcla a la fuente previamente engrasada y dejamos que se termine de hacer en el horno durante unos 20 minutos hasta que la superficie esté dorada, momento de sacar la frittata y cortarla en raciones para degustar.
Receta de frittata de chorizo y queso de oveja
Un plan mucho más castizo, con un aire español muy reconocible hacen de esta receta de frittata un buen plan para un fin de semana en el que apetece disfrutar de una porción contundente y dejar la dieta de lado.
Ingredientes de la frittata de chorizo
Para su elaboración se necesitan:
- 1 chorizo picado
- 100 gramos de judías verdes previamente cocidas
- Media cebolla
- 50 mililitros de leche
- 4 huevos de tamaño mediano
- Queso de oveja curado
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
Preparación
Antes de nada, si no somos muy fans de las judías, podemos sustituirlas por otra verdura que nos guste más: habas, bimi, espárragos verdes o por tirabeques, otra variedad de leguminosas.
En primer lugar, cortamos la cebolla en trozos muy finos para sofreír en una sartén apta para horno con un par de cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Cuando esté hecha, añadimos el resto de ingredientes para saltearlos, dejando que el chorizo suelte su grasa.
Al mismo tiempo, en un bol batimos los huevos y la leche, salpimentamos la mezcla y añadimos a la sartén, que mantendremos a fuego suave para que cuaje bien.
Pasados unos minutos, esparcimos el queso por encima y dejamos que termine de cuajar en el horno. Sacamos con cuidado de no quemarnos, separamos los laterales con una lengua o espátula de silicona y le damos la vuelta a la frittata con un plato, donde la serviremos a los comensales.
En definitiva, se trata de un plato fácil de elaborar, con muchísimas posibilidades, muy completo y sabroso para cualquier ocasión, incluso para aprovechar las sobras del día anterior, como se hace también con la frittata de pasta.